domingo, 31 de enero de 2016

Vulcanismo y sismisidad

El vulcanismo es uno de los procesos mas rápidos y espectaculares con los que se modela la superficie terrestre. Un volcán es básicamente una chimenea o fisura en la corteza terrestre por la que el magma (materia formada por rocas fundidas y muy cargada de gases) asciende  bruscamente a la superficie en forma explosiva. Cuando el magma llega al exterior, después de haber liberado gases y reducido su presión, recibe el nombre de lava, para distinguirlo del magma original. Una erupción volcánica se puede definir como la rápida emisión de sustancias magmáticas, como lavas, escorias y gases, desde profundidades desconocidas de la tierra hasta la superficie, con considerable desarrollo de calor.
En algunos de los volcanes, el producto principal de la erupción es la lava, cuya temperatura oscila entre los 500 y los 1,200 C; cuando  el magma es fluido, los gases salen lenta y fácilmente y casi no se produce actividad explosiva. En otros casos, el magma es viscoso, los gases no pueden salir y se acumulan ejerciendo gran presión; al liberarse bruscamente, se producen fuertes explosiones cuyo producto principal es el material fragmentado por las mismas. Su tamaño puede variar desde finas partículas de ceniza volcánica y arena, hasta bloques  de escoria y grandes masas llamadas combas volcánicas, que pueden pesar hasta doce toneladas. Las nubes que forman los gases sobre el crater pueden ser luminosas u oscuras, según estén o no en estado incandescente los materiales fragmentarios. El vapor y los gases (nitrógeno, anhídrido sulfuroso y anhídrido carbónico) suelen estar acompañados de polvo volcánico y cenizas, materiales muy livianos que alcanzan alturas superiores a los 15 km, se mantienen flotando en el aire por mucho tiempo y son transportado por el viento hasta lugares muy alejados, alterando el clima y causando daño a las cosechas y la salud de personas y animales.
Para su mejor identificación, los volcanes se han clasificado en cuatro tipos según su forma de hacer erupción: vulcanianos, estrombolianos, hawaianos y peleanos, de acuerdo con los nombres de sus prototipos ( el vulcano, el stromboli, el monte Pelado y los volcanes de las  islas Hawai).
Los volcanes extintos, o apagados, son aquellos que no han dejado noticia de su actividad en el tiempo histórico y solo son reconocibles como volcanes por su apariencia; los dormidos son los que tienen suspendida su actividad pero han dejado el recuerdo de alguna erupción en el tiempo histórico; los que presentan algún signo de vida, por ejemplo una fumarola, por pequeña que sea, están considerados como volcanes activos.

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